“¿Cuál es tu mayor debilidad?” Esta es la pregunta que todo el mundo teme y que poca gente sabe responder de forma correcta. Es algo que te van a preguntar de una u otra forma durante la entrevista de trabajo, ya que tras haber descrito todas tus fortalezas y virtudes, cualquier entrevistador que se precie, también querrá descubrir cuales son tus debilidades o defectos.
El reclutador que te haga las preguntas, sabe que todos tenemos alguna debilidad, y únicamente quiere saber más sobre tu capacidad para reconocer las tuyas, y de que forma has aprendido a superarlas. Así que demuestra que has sido capaz de identificar tus propias debilidades y sobre todo, céntrate en explicar que métodos o técnicas has seguido para que actualmente no perjudiquen a tu trabajo.
Cómo hablar sobre mis debilidades
Aunque esta parezca una pregunta de la que es imposible sacar alguna ventaja, lo cierto es que con la suficiente preparación, si puedes conseguir que te favorezca. Para ello, está claro que debes preparar una lista con las debilidades que tienes y pensar en la mejor forma de exponerlas, pero no trates de memorizarlas al pie de la letra ya que se trata de ir preparado, pero no de soltar las cosas de forma poco natural.
Se sincero, pero no seas tu peor enemigo.
No te lo van a pedir directamente, pero siempre tienes que tener en cuenta, mencionar aquellas debilidades o defectos que estén estrechamente relacionados con el mundo laboral, y que tengan cierta importancia. No es bueno que cites ejemplos que resulten irrelevantes para ese puesto de trabajo, o que menciones cualquier debilidad que entre dentro del terreno personal.
Cómo NO hablar sobre tus puntos débiles
En la entrevista se espera que respondas con sinceridad, pero nadie te obliga a mencionar aquellas debilidades que podrían hacerte perder el trabajo. Por muy cierto que sea, nunca deberías decir que por la mañana se te pegan las sábanas y siempre llegas al trabajo con el tiempo justo. O que te cuesta terriblemente llegar a acuerdos con tus compañeros, porque tienes una forma de ser complicada.
Es la misma idea que seguirías si fueses un comercial y tras explicar las bondades de tu producto al cliente, este te dijera: Ahora que se lo bueno que es este móvil, dígame algún defecto. En ese momento ningún vendedor te confesaría los peores defectos de su producto, no es cierto? O acaso te imaginas a un vendedor que te diga: La verdad es que consume la batería en un suspiro y se calienta más que una tostadora.
Pues la idea es la misma, tu te estás vendiendo y no puedes confesar tus peores defectos a la primera de cambio, sobre todo si aún no sabes como solucionarlos.
Puntos críticos al responder sobre debilidades personales
- No menciones aquellas debilidades o imperfecciones en las que aun estés trabajando para resolver.
- No pongas ejemplos irrelevantes. Si te presentas a un puesto de cocinero, no deberías decir que tu debilidad es el manejo de ordenadores.
- No hables de la mayor debilidad que tienes, si eso va a impedirte formar parte de la empresa. Sé inteligente, no hace falta que te auto elimines.
- Creo que… Debería… Tendría que mejorar… DECIR ESO. ESTÁ PROHIBIDO!
Alerta cansina! olvídate de mencionar defectos, como que eres demasiado perfeccionista o que trabajas demasiado, el entrevistador ya tiene más que acostumbrado el oído. Pasará olímpicamente de esas respuestas, y puede que pierdas tu oportunidad de ganar puntos.
Tres ejemplos de debilidades que puedes decir
- Soy bastante obstinado, pero me he dado cuenta de que escuchando las distintas opiniones que hay en un grupo, siempre se obtienen mejores resultados.
- Soy muy despistado, pero con las nuevas aplicaciones de mi móvil y programas de mi ordenador, ya no me cuesta nada recordar todas mis citas.
- Mi gran debilidad es ser impuntual, pero he comprendido que eso afecta a mi reputación, y gracias a mi agenda electrónica y otras técnicas. He conseguido corregirlo, y ahora siempre llego cinco minutos antes a cualquier cita.
Estos tres ejemplos sobre los puntos débiles que puedes mencionar en la entrevista, son solo para que te hagas una idea de las cosas que puedes decir dentro de un proceso de selección. Pero siempre debes analizarte y ver como ha sido tu propia trayectoria profesional, ya verás que con una pequeña introspección, serás capaz de averiguar cuales son tus propias debilidades, o que debilidad fuiste capaz de superar en el pasado y como lo hiciste.
- Si siempre te han dicho que eres lento haciendo tu trabajo, es algo que sabes y que forma parte de ti. Pero a nadie le gusta contratar a un lento, aunque seas un “perfeccionista”. Así que también debes saber expresar, como te has tenido que esforzar más para ir más rápido, y que en cualquier caso: sabes dar lo mejor de ti, y ajustarte a los estándares de calidad y tiempo de entrega, de la empresa.
- Si eres algo torpe, el principio es el mismo. Es algo que sabes, y a lo que también debes saber poner remedio. Puede ser por algo relacionado con tu altura, por no descansar lo suficiente, por una simple falta de coordinación o concentración… En tu caso, ya debes saber como le has puesto remedio, así que esa pequeña explicación, también debe formar parte de tu respuesta.
Conclusiones
En definitiva. Cuando te pregunten sobre tus debilidades en una entrevista laboral, debes tratar de exponer defectos reales que tengan cierta importancia, pero que básicamente no te comprometan para ese trabajo, y que puedas convertir en virtudes, gracias a tu explicación de como has conseguido superarlos y como ahora, te han hecho ser un mejor profesional.
Hablar sobre las debilidades en la entrevista es un ejercicio muy común, ya que da mucha información al personal de recursos humanos de la empresa, y por lo tanto es una de las preguntas que vas a encontrarte en casi todas las entrevistas a las que vayas. Así que te aconsejo, tomarte tu tiempo para el análisis y trabajar en convertir una pregunta complicada, en algo que pueda beneficiarte.
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